El viaje de un día a Santiago de Compostela, empezó muy temprano, llegando en tren y caminando por sus calles con las primeras luces del día.
Después del amable recibimiento en un hostal y una rápida guía turística por parte del dueño, mi propio camino de Santiago dio inicio tratando de cubrir todos los puntos recomendados para los visitantes que llegamos por poco tiempo.
Santiago de Compostela, es la capital administrativa, social y comercial de la Comunidad Autónoma de Galicia, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO gracias entre otras razones culturales, por ser el punto de llegada de la milenaria ruta de peregrinación: el Camino de Santiago.
La Catedral, construída en honor al Aposto Santiago el Mayor, es su centro de atención y visible desde muchos puntos de la ciudad. La misa del mediodía, que recibe cada día a miles de peregrinos, tiene la particularidad de presentar el vuelo del famoso Botafumeiro.
El Botafumeiro, ‘esparcidor de humo’ en gallego, es uno de los símbolos más conocidos y populares de la Catedral. Este enorme incensario que oscila por la nave lateral de la Catedral, tiene su origen en el años 1554, sin embargo fue robado por tropas francesas en 1809. El que podemos observar hoy en día, ver las fotos al final del texto, data del año 1851.
La ciudad es pequeña, acogedora, y además del atractivo de carácter religioso, sus estrechas calles, su oferta gastronómica, y el calor con que recibe a sus visitantes, la hacen única.
En esta primera selección de imágenes, se pueden apreciar algunas vistas de la ciudad, de la catedral a la distancia, detalles arquitectónicos y escultóricos, además de varias capturas de su conocido Mercado de Abastos.
Todas las fotografías: ©2014 JOSÉ CAMPOS ROJAS. Todos los derechos reservados.
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