Hoy hace exactamente dos años mi padre, Carlos Eduardo Campos Monge, dejó este mundo a la edad de 64 años.
Fue él quien me heredó el amor por las artes, empezando con el dibujo y la pintura que luego pasó a ser el diseño y la fotografía que me dan de comer en estos días.
Tuve la inmensa fortuna de contar con él cada vez que un nuevo proyecto pasaba por mi cabeza y necesité una opinión, información sobre equis (o cualquier) tema o simplemente su compañía.
En Detalles Ocultos, además de su aporte en el tema bilbiográfico, me acompañó en todas las sesiones de fotografía en Barrio Luján, Los Yoses y Hatillo.
En La Primera Feria, él fue quien pudo plasmar en palabras los conceptos e ideas que rondaban en mi cabeza.
En Batman visita San José el batimóvil era en realidad de él.
Y así por el estilo.
En este post no podría hacerle justicia a lo que él, en los tiempos buenos y los malos, significó para mi y mi familia, sin embargo quiero compartir un pequeño mosaico fotográfico de lo que fue su vida, la cual sin duda alguna, vivió al máximo con todo lo que eso conlleva.
Gracias por todo papi!
El período en estas fotos va desde los 1950 hasta 1987, aproximadamente.
Quienes marcan nuestras vidas por siempre, son quienes han dejado tiempo y sabiduria como herencia…tu papa hizo un excelente trabajo y lo demuestras al 100% en cada palabra, fotografia y trabajo expuesto.
qué bueno tu reconocimiento, especialmente el que hacías antes de su muerte teniendo muy en cuenta su opinión con respecto a tu trabajo.
me llego lo de su papá, dale gracias a Dios que tuviste uno, habemos muchos que nunca tuvimos uno, o peor aun , que tuvimos pero nunca nos ayudo u apoyo, Dios te bendiga!
Javier C
estudiante de diseño publicitario
Susana y Javier.
Muchas gracias por sus comentarios, y más aún por haberlo hecho en este tema tan personal y especial para mi.
Esta vida va tan rápido y cuando uno se da cuenta no dio tiempo de hacer o decir muchas cosas.
Aprovecho para agregar que la exposición Legados fue dedicada a él. Lo bueno es saber que tomé esa decisión estando él en vida, lo malo es que no me dio tiempo de decírselo.
Gracias nuevamente.
J.
Gracias por este documento Jose gracias a ti recorde la vida de tu papa pero por eso ya recorde los buenos momentos con tu papa asi que de toda tu familia era el unico que disfrutaba mas conmigo.
Gracias nuevamente
Alejandro
Hay una canción que dice «Jamás te recuerdo, porque nunca te olvido».
Lo importante es que él dejó una huella en muchas personas, incluidos vos y yo, por lo tanto siempre va a estar vivo en nosotros. Es por eso que se le extraña tanto.
Gracias a vos Ale.
J.
Hola Chepe. Pareciera que uno no termina de apreciar el aporte de los papás en retrospectiva hasta que se van. A mí me pasó lo mismo. Van a ser 3 años desde que mi viejo se fue y pues lo que me reconforma es que en su momento arreglé todo con él y solo quedan las grandes enseñanzas y los buenos recuerdos. Que son lo que realmente vale con el tiempo.
Por cierto, hasta se parecían, veo…
Buen sitio! 🙂
Pura vida Beto!
Pues si, solo así se aprende en la vida, a los golpes. Por dicha quedó tiempo para arreglar cosas aunque, dependiendo de las circunstancias, en el momento uno no lo ve así.
Lo que queda es seguir adelante como a ellos les hubiera gustado que fuera y aplicando lo que nos aportaron durante sus vidas.
Donde estén, salud por los viejos!
Gracias
J.
Salud!
Bonita la manera de recordarlo con fotos. Tu Papá tenia la pinta de un jugador de football holandes de los 70’s.. chevere.
Mi viejo se fué hace 28 años, y su imagen se hace mas fuerte entre mas pasa el tiempo.
saludos!
Que maaass…
Pues si, el viejo tenía su pinta, un dandy como dirían.
Se nos van los viejos, antes o después, pero el lugar que ocupan en nuestras vidas no lo ocupa nada ni nadie.
Gracias por escribir!
J.
Qué casualidad más grande. Yo andaba buscando precisamente en internet, asuntos de fotografía para ampliar una foto de mi padre quien falleció hace ya doce años.
Abrí este sitio porque me llamó mucho la atención el asunto de las fotos familiares.
Por otra parte, pude ver entre estas fotografías a Carlos Campos, un excompañero de trabajo en el Ministerio de Relaciones Exteriores donde trabajé durante muy poco tiempo porque decidí regresar a lo que era mi institución laboral de ese tiempo: el Poder Judicial, donde había pedido un permiso sin goce de salario por algunos meses.
Renuncié entonces al puesto que ya me habían dado en propiedad en el Ministerio de Relaciones Exteriores, y regresé a mi espacio laboral «de origen», por decirlo de alguna manera. Pero sí recuerdo que su papá era una persona muy simpática y humilde en el mejor sentido de la palabra.
Inmediatamente entendí que se trata del mismo apellido del fotógrafo profesional que se anuncia en este sitio, a quien ahora tengo el placer de conocer aunque no enforma personal, pero sí por este medio.
Comencé a ver las fotografías, y sí ahí está ese ex compañero de trabajo que conocí hace ya tantos años. Siempre he sido buena fisonomista y por lo tanto tengo mucha facilidad para reconocer rostros conocidos en el pasado (valga la redundancia)
Me gustaría poder conversar con usted precisamente acerca de fotos familiares.
Ha sido un placer conocerlo aunque sea por este medio y haber podido contactarlo.
Le agradeceré su respuesta.
De usted atentamente:
Clotilde Odette Ortega Elizondo.
tel: 22 80 80 38.